domingo, 29 de abril de 2018

Jayne Mansfield, la maldición del mago oscuro


Es la madrugada del 29 de junio de 1967 y un vehículo recorre la carretera entre la localidad de Biloxi, Mississippi, y la ciudad de Nueva Orleans. Dentro de él viaja la actriz Jayne Mansfield, su amante y representante Sam Brody, el chófer, y los tres hijos de la actriz que duermen plácidamente en el acciento trasero. La carretera comienza a llenarse de bruma y otra "maldición de Hollywood" comienza a tomar forma. De repente la parte trasera de un camión aparece delante del vehículo. No hay tiempo para esquivarlo. El impacto es brutal y los tres adultos, que viajaban en el asiento delantero, mueren en el acto junto con el chihuahua de Jayne. Los únicos supervivientes, los tres niños que viajaban en el asiento trasero y que apenas sufrieron heridas leves. En el asfalto, a pocos metros del choque, reposa una cabellera rubia...

Así acababa la vida de Jayne Mansfield, el mejor producto de imitación que Hollywood había desarrollado hasta la fecha. La actriz que había soñado con ser Marilyn y que había jugado con el fuego del satanismo hasta acabarse quemando. O eso dice la leyenda.

Con una vida de excesos entre los que se contaban una mansión pintada enteramente de rosa, maridos culturistas, y múltiples y poderosos amantes; no podía pasar mucho tiempo hasta que Mansfield conociera a un icono de su época, el Mago Negro, Anton LaVey.

Como en un cuento de hadas macabro, mago negro y actriz pronto se hicieron amigos, y ella empezó a frecuentar las fiestas que éste daba, eventos a los que asistían los más variados personajes del mundo del espectáculo estadounidente. Un día a Jayne se le ocurrió llevar al abogado Sam Brody, su última pareja, a una de las fiestas satánicas de LaVey. Según cuenta la leyenda, Brody se burló de las prácticas de LaVey y apagó de un soplido una de las velas negras del mago, entonces éste montó en cólera y proclamó que Brody estaba maldito: su castigo por aquella ofensa sería morir en un accidente de tráfico. LaVey además advirtió a Mansfield que se alejara de Brody si no quería sufrir su fatal destino, pero ella, con conocimiento de causa o no pareció hacer oídos sordos al consejo del mago negro no rompió su relación con el abogado.

Maldiciones satánicas aparte, solo se puede añadir que es falsa la leyenda que dice que la cabellera rubia que apareció en el lugar del accidente era su cabeza decapitada, ya que en realidad se trataba de su peluca; y que muy a su pesar Jayne Mansfield se convirtió en un miembro más del club de estrellas malditas de Hollywood, aquella neblinosa noche de Luisiana.

miércoles, 25 de abril de 2018

Elizabeth Short, la Dalia Negra




El precio de la fama es tan alto en las ciudad de Los Ángeles que a veces se paga con la propia vida. Y es que Elizabeth Short no fue ninguna estrella. Jamás llegó a ver cumplido su sueño de convertirse en la gran actriz que quería ser.


Nacida en Massachusetts, Beth, como la llamaba su familia, era una de las tantas miles de jóvenes que soñaban con convertirse en la próxima gran estrella de Hollywood.

A la temprana edad de 21 años se había trasladado al sur de California en busca de su sueño, y por el camino le había dado tiempo a vivir varios romances, uno de ellos con petición de matrimonio incluida. Y es que la belleza de la muchacha era incomparable. Una belleza que acompañada de una gracia y simpatía innatas, constituían potencial más que suficiente para conseguir ese pequeño papel en el cine que lanzara su carrera.

Sin embargo, Elizabeth Short se haría famosa por otra triste y macabra razón.

Camarera y modelo ocasional, donde surgiera la oportunidad, seguir el rastro de Beth era complicado; y por eso se hace tan difícil saber cuáles fueron sus últimos movimientos antes de que encontraran sus restos en un descampado de Los Ángeles el 15 de enero de 1947. Y es que lo más escalofriante de la historia no fue el hallazgo de su cuerpo en sí, si no la forma en que este apareció. La autopsia desveló que había sido amordazada, maniatada, y salvajemente y torturada durante días. Presentaba cortes y quemaduras de cigarillo, su rostro estaba desfigurado, sus miembros habían sido rotos con un objeto contundente, le habían seccionado un pecho, y lo que era más terrible, su cuerpo había sido limpiamente seccionado por la mitad.

Muchos fueron los acusados (entre ellos su propio padre), y muchas las hipótesis del móvil del crimen (véase el vídeo), pero jamás se dio con un culpable en parte por culpa de las constantes investigaciones paralelas de la prensa; autores del ya famoso apodo de "Dalia Negra", nombre que se le adjudicó debido a su gran belleza y a los vestidos negros que usaba haciendo resaltar su piel blanca y su cabello oscuro.




domingo, 22 de abril de 2018

Natalie Wood, las aguas oscuras.


El de Natalie Wood es otro de esos casos en los que Hollywood devora a uno de sus hijos de la forma más repetina e inesperada.

De ascendencia rusa y nacida como Natalia Nikolaevna Zakharenko, Natalie Wood estaba tocada por el éxito. Gracias a la exigencia de su madre había sido la protagonista de series y películas infantiles siendo una joven estrella desde muy pronto. Había nacido para triunfar y para codearse con los mejores y de esta manera compartió reparto con el mismísimo James Dean en Rebelde sin causa, y fue protagonista en Esplendor en la Niebla, Amores con un extraño, El Candidato, y Proyecto Brainstorm; y fue en esta última donde se truncó la carrera y la vida de Natalie Wood.

Para celebrar el final del rodaje de Proyecto Brainstorm Natalie Wood y su esposo Robert Wagner invitaron a Christopher Walken (compañero de reparto de Natalie en dicha película) a pasar unos días con ellos en el mar. Era el 27 de septiembre de 1981 y los tres embarcados en el barco de la pareja, el Splendor (en honor a la película Esplendor en la Niebla), se disponían a pasar lo que pensaban que iban a ser unos días maravillosos navegando por las costas de la isla Santa Catalina, un apacible lugar de veraneo frente al sur de California. Pero a los dos días un fatal "accidente" cambió sus vidas para siempre.

A las 01:30 de la madrugada del 28 al 29 de septiembre la guardia costera recibía una llamada de emergencia desde el Splendor: Natalie Wood había desaparecido. Inmediatamente se activo el plan de búsqueda y éste dio como resultado el hallazgo del cadáver de la mujer flotando junto a unas rocas. La autopsia dictaminó que la actriz presentaba contuciones por todo el cuerpo así como un alto nivel de alcohol en sangre. Wagner, Walken, y Davner, el capitán del yate, declararon que Natalie se había marchado en la pequeña lancha que llevaba la embarcación si bien ninguno la había visto marchar, siendo esta versión de los hechos aún más extraña ya que Natalie no tenía conocimientos de navegación y además tenía pánico al mar. A pesar de la inverosimilitud las autoridades dieron por buena esta versión que pasó a ser la oficial y el caso de la muerte de Wood quedó cerrado.

Sin embargo no son pocas las teorías que apuntan que algo bien distinto ocurrió aquella fatídica noche. El matrimonio Wagner-Wood no pasaba por su mejor momento. Era la segunda vez que eran marido y mujer y mientras ella salía de una profunda depresión y veía peligrar su carrera, la de él estaba en auge. Al parecer se produjo una fuerte discusión a bordo en la que Christopher Walken intervino aconsejando a Natalie poner por delante su carrera antes que su familia y en la que Robert Wagner replicó con agresividad llegando a acusar a Walken de estarse "acostando" con su mujer (otro rumor que corría por la meca del cine) y en la refriega, avivada por el alcohol que todos habían consumido, Natalie cayó al agua arrojada por uno de los dos, o bien de manera accidental. Esta versión encajaría con el testimonio de una testigo que se encontraba en otro barco de recreo cercano y que según su versión escuchó la voz de una mujer que había caído al agua y que pedía ayuda, y a su vez la de un hombre que diciendo que ahora iban a ayudarla. Ayuda que nunca llegó.

Otra teoría más rebuscada apunta a que los protagonistas del escarceo amoroso no fueron Wood y Walken, sino Wagner y Walken, y que fue la propia Wood la que al descubrilos en uno de los camarotes decidió abandonar el barco en mitad de la noche en una lancha que no sabía manejar.

Sea como fuere la última muerte misteriosa de la historia hollywoodiense sigue planeando por las costas de la isla de Santa Catalina, un caso que a pesar de haberse reabierto y vuelto a cerrar en 2011 sigue sin quedar del todo claro, y así quedará a menos que un día algunos de los testigos se atreva a contar una versión diferente de la oficial.

sábado, 21 de abril de 2018

James Dean, la vida a toda velocidad.




El rebelde sin causa más famoso de todos los tiempos tuvo un final acorde a lo que fue su vida. Aunque nunca pronunció la frase “vive rápido, muere pronto, y deja un bonito cadáver” bien podría haberlo hecho porque nadie como él la llevó tan a rajatabla.

Nacido en Indiana, trasladado a California durante su más tierna infancia, y de vuelta a Indiana de nuevo cuando murió su madre; la niñez de Dean transcurrió en un entorno campestre bajó la influencia religiosa del pastor de su iglesia (años después se sabría que abusó sexualmente de él). Sin embargo, Dean no tardó en mostrar interés por la actuación, el teatro, y los deportes. Durante su adolescencia participó en multitud de obras teatrales, así como también fue miembro del equipo de béisbol y de baloncesto del instituto mientras se afanaba por cumplir su sueño y estudiaba interpretación. Años más tarde lograría trasladarse a Nueva York para ingresar en el prestigioso Actor's Studio, y a partir de ahí la los éxitos que todos conocemos: Rebelde sin Causa, Al Este del Edén, y Gigante.

Pero toda estrella tiene su ocaso,y el de James Dean llegó a la temprana edad de 24 años.

El 30 de septiembre de 1955 Dean rodaba en su ya archifamoso Porsche Spyder 550 rumbo a una carrera que disputaría en la localidad de Salinas cuando en un cruce cerca del pequeño pueblo de Cholame no pudo esquivar un Ford Custom Tudor que venía de frente. A partir de aquí las fuentes difieren y mientras unos dicen que Dean murió en el acto al estrellarse contra el parabrisas del otro coche, otros aseguran que Dean sobrevivió al golpe y murió camino del hospital.

Sea como fuere aquella tarde moría el chico malo de Amércia y nacía el mito hollywoodiense, un icono cuya estética y personalidad muchos tratarían de imitar años después con mayor o menor éxito; un personaje que si es cierta la leyenda no sería más que la primera de las muchas víctimas que se cobraría el malogrado Porsche 550 Spyder, o como lo llamaba el propio Dean, Little Bastard. Pero ésta ya es otra historia...

Marilyn Monroe, la mujer triste detrás de la estrella.




Esta es la historia de la mujer que había detrás de la estrella. Porque Marilyn Monroe era una huérfana en todo el sentido de la palabra. Su infancia había de todo menos tranquila, y como adulta siendo la estrella de cine del momento, ocultaba todos sus miedos, su tristeza, su fragilidad y su melancolía detrás de una preciosa sonrisa ante las cámaras. Ni el dinero, ni la fama, ni sus múltiples amantes consiguieron llenarla.

Hija de un padre de origen noruego al que nunca conoció, y de una madre con problemas económicos y aún más serios problemas mentales, la pequeña Norma Jeane (nombre de nacimiento de la que un día sería la famosísima Marilyn Monroe) pasó su infancia de casa de acogida en casa de acogida, sin el calor de un hogar y una familia verdadera. Este hecho, junto con las dos violaciones que sufrió antes de cumplir los trece años, la dejarían marcada para siempre.

Pero quedaban muchos años para alcanzar la fama, y por el camino un matrimonio exprés con su posterior divorcio para no ser enviada de nuevo a un horfanato, y duras horas de trabajo en una fábrica de armamento durante la Segunda Guerra Mundial. Una Marilyn muy alejada del icono de belleza que es hoy. Una joven que seguía arrastrando los pesares de una infacia y adolescencia turbulenta. Una chica que soñaba con triunfar, creyendo que esto por fin le traería la felicidad.

Pero no fue así.

El éxito llegó, un éxito mucho mucho más grande del que jamás hubiese podido llegar a imaginar, pero un éxito esteril, un triunfo frío. Las luces de los focos, los flashes de las cámaras, y los constantes cortejos de los hombres más ricos e influentes de América no fueron suficientes para llenar ese constante vacío, esa incurable sensación de abandono. Así las crisis depresivas, los ataques histéricos en los rodajes, el abuso de sustancias, y las tormentosas relaciones amorosas (se casó y se divorció dos veces más) se sucedieron una detrás de otra hasta que un día la estrella que más había brillado en las colinas de Hollywood se apagó en la más extraña de las cirscunstancias la noche del 4 al 5 de agosto de 1962.


Hollywood Maldito

No es oro todo lo que reluce en la ciudad de Los Ángeles, y las colinas de Hollywood han sido testigo del ascenso y también del ocaso de muchas estrellas. Estrellas que murieron inesperadamente y otras que poco a poco fueron labrando su salida de este mundo a base del abuso de sustancias y de tormentosas relaciones sentimentales. He aquí seis de esas tristes historias. Seis personajes cuyas muertes quedaron marcadas para siempre por el misterio y lo macabro.


¡Bienvenid@s a la América Oculta!

Bienvenid@s a la otra cara de América, la América Oculta

Este es el blog de la América profunda, la de las largas carreteras que se pierden en llanuras más allá del horizonte, la de Hollywood y sus estrellas malditas que murieron prematuramente en las más extrañas circunstancias, la de los creepypastas y los bosques tétricos, la de los terrores clásicos; la los avistamientos de OVNIs, la de las casas encantadas, la de las conspiraciones increíbles, la de los más terribles asesinos en serie, la de las sectas satánicas y la de los artistas que pactaron con el Diablo, la de los personajes misteriosos que perpetraron sus fechorías y desaparicieron de la noche a la mañana...

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